Monitoreo continuo de la calidad del agua: Perspectivas de un experto del sector

Cuando se trata de la calidad del agua, el tiempo es esencial. Desde la contaminación a la pérdida de presión, los minutos cuentan a la hora de responder a un suceso. A diferencia de las muestras tomadas, que solo proporcionan una instantánea de la calidad del agua en un momento y lugar concretos, el monitoreo continuo de la calidad del agua permite a las empresas de servicios públicos de agua acceder a datos y análisis de la calidad del agua en tiempo real para detectar irregularidades y notificarles que hay un problema.

Entrevista a un experto en tecnología de agua inteligente para servicios públicos

Matt Stephenson es el director de marketing de software de Badger Meter. Antes de incorporarse a la empresa, pasó más de dos décadas en el sector del agua, incluidos 10 años en una empresa de servicios públicos de agua que abastecía a un millón de personas en el Reino Unido, así como tiempo trabajando con empresas de servicios públicos de EE. UU., Australia y muchas otras partes del mundo para resolver sus desafíos de suministro de agua. En una entrevista reciente, Matt compartió sus perspectivas sobre el monitoreo de la calidad del agua y cómo las tecnologías innovadoras están ayudando a las empresas de servicios públicos de agua a proteger su suministro de agua.

¿Por qué es necesario monitorear la calidad del agua en la red de distribución?

En mi opinión, monitorear la calidad del agua en la red de distribución debería ser el próximo gran paso. Cuando el agua sale de la planta de tratamiento, está bien monitoreada y en bastante buen estado para el consumo. Pero en el viaje posterior que el agua realiza a través de kilómetros de tuberías es donde existen desafíos. En muchos casos, las empresas de servicios públicos no son conscientes de lo que ocurre en el interior de sus redes de tuberías.

Casi siempre hay tuberías deterioradas que pueden distribuir partículas y sedimentos por la red. Estas micropartículas pueden ser una molestia, ya que pueden decolorar el agua y llegar a los consumidores cuando se ven alteradas por cambios hidráulicos repentinos. Las tuberías deterioradas también pueden afectar a la química del agua, lo que puede tener consecuencias para los consumidores al aumentar la concentración de elementos inorgánicos en el agua.

El último problema de las tuberías deterioradas es que también pueden crear un medioambiente seguro para que vivan las bacterias, ya sea en los sedimentos que producen o en la superficie rugosa de una tubería degradada. Las concentraciones elevadas e irregulares de bacterias en toda la red no dan a las empresas de servicios públicos más opción que desinfectar en exceso en las partes aguas al inicio de la red para garantizar que quede un residuo de desinfectante al final de la red.

El seguimiento de los niveles de cloro en una red de agua es la única forma de comprender realmente las variaciones estacionales y diarias del consumo de cloro y el efecto neto sobre los consumidores. Los regímenes de desinfección ineficaces están costando a las empresas de servicios públicos miles de euros en gastos innecesarios de productos químicos, pueden afectar negativamente a la experiencia del consumidor y también aumentan el riesgo de crear subproductos de la desinfección (DBP) peligrosos.

Sin un monitoreo en línea de la calidad del agua de la red, no hay realmente una manera fácil de saber lo que está sucediendo dentro de su red, o de aplicar soluciones a estos problemas tan comunes donde más se necesitan.

¿Cómo puede el monitoreo continuo de la calidad del agua cambiar la forma de resolver estos problemas?

Si monitoreamos múltiples puntos de una red a lo largo del día y a lo largo de las estaciones, podemos ver cómo cambia la calidad del agua en toda una ciudad o pueblo. Al comprender dónde y cuándo se producen los problemas, las soluciones pueden aplicarse de forma más eficaz teniendo en cuenta que en realidad solo hay cuatro cosas que una empresa de servicios públicos puede hacer para resolver estos problemas comunes de calidad del agua: purgar el agua, aumentar el cloro, cambiar la química del agua o cambiar las tuberías. La sustitución de tuberías a gran escala no es realmente una opción, por lo que el monitoreo en línea de la calidad del agua junto con acciones correctivas más rentables permite un enfoque específico e informado que, según las empresas de servicios públicos, es la forma más eficaz de hacer frente a algunas de estas situaciones desafiantes.

La mayoría de los sucesos relacionados con la calidad del agua son transitorios, lo que significa que no ocurren las 24 horas del día, los 365 días del año. Más bien, pueden ocurrir cuando se dan las condiciones adecuadas o inadecuadas, como un movimiento de agua superior al normal, o estacionalmente, cuando la demanda puede ser significativamente diferente. No cabe esperar que las típicas muestras puntuales capten todos los cambios que se producen en el transcurso de un día, una semana o un mes, y a menudo los sucesos breves relacionados con la calidad del agua duran menos de lo que se tarda en tomar una muestra. Así que los eventos agudos no suelen ser captados por la empresa de servicios públicos, y las tendencias estacionales también son más difíciles de detectar. Los datos sobre la calidad del agua por sí solos le dicen una cosa, pero cuando puede ver las tendencias y relacionar los cambios con sucesos concretos, tiene una herramienta mucho más poderosa a su alcance.

¿Dónde debe instalar una empresa de servicios públicos los dispositivos de monitoreo de la calidad del agua?

Los primeros lugares para considerar son los puntos problemáticos conocidos. ¿Dónde ha habido problemas anteriormente? ¿Hay zonas en las que el cloro ha sido demasiado alto o bajo? ¿Hay zonas con una turbidez elevada? ¿Dónde se quejan los clientes? Hay soluciones para cada uno de estos problemas, pero primero hay que entender cuál es el problema. Y eso se consigue monitoreando.

¿Cuáles son algunos de los parámetros típicos que monitorean las empresas de servicios públicos de agua?

Es muy habitual monitorear el cloro, así como la temperatura y la turbidez. Otro parámetro importante es el pH, ya que puede afectar a la forma en que las tuberías reaccionan al agua. Ciertos materiales de las tuberías empezarán a degradarse o corroerse cuando el pH esté fuera de rango.

En función del lugar del mundo en el que se encuentre y del tipo de agua que tenga, también pueden ser importantes otros factores. Por eso, tener la posibilidad de elegir toda una serie de parámetros y poder analizar e interpretar la información procedente de los monitores en línea es muy valioso.

¿Cuáles son algunas de las ventajas del monitoreo de la calidad del agua en tiempo real en comparación con el envío de muestras tomadas a un laboratorio?

La mayor ventaja del monitoreo en tiempo real es que puede relacionar causa y efecto. Tomemos el ejemplo del hidrante. Supongamos que alguien abre una boca de incendios a un kilómetro y medio de donde usted está monitoreando la calidad del agua y provoca un breve aumento brusco de la turbidez que disgusta a los consumidores. Con un muestreo de toma regular, sería casi imposible conectar el suceso con el hidrante. Desde luego, tampoco obtendría los resultados con la rapidez suficiente para sacar esas conclusiones. El monitoreo en tiempo real permite a las empresas de servicios públicos pasar a un nivel superior de comprensión, poder comparar causas y efectos y, en última instancia, aplicar remedios de la forma más eficaz posible.

La muestra tomada una sola vez también puede ser engañosa y es algo que podría volverse en contra de las empresas de servicios públicos. Si suponen que la calidad de su agua es estupenda basándose en una instantánea tomada una vez al día en algún punto de su sistema, no es una representación real. Se podría tomar una muestra a las 9 de la mañana, pero podría haber un problema a las 9 de la noche que la empresa de suministro no pudiera identificar. Incluso si se toman miles de muestras cada día en toda la red, algo que hacen muchas empresas de servicios públicos, siguen siendo solo una serie de instantáneas. En cambio, los datos de monitoreo en tiempo real le dan la seguridad de que no se le escapará nada.

El monitoreo de la calidad del agua en tiempo real también puede tener un impacto muy positivo en el servicio al cliente. Los consumidores quieren saber que su agua es segura. El monitoreo continuo en línea da a las empresas de servicios públicos de agua la confianza para decir, y demostrar, que lo es. Se puede decir: "Aquí está el resultado de hace dos minutos", en lugar de basarse en una única muestra tomada a cinco calles de distancia dos semanas antes y suponer que no ha cambiado.

Si una empresa de servicios públicos de agua está pensando en monitorear la calidad del agua, ¿cuáles son algunas consideraciones importantes a la hora de evaluar las diferentes tecnologías?

La experiencia de la empresa que suministra las tecnologías es esencial. Cuando las empresas deciden dónde colocar los monitores, ¿pueden apoyarse en la empresa que los suministra para que les oriente? Las empresas de servicios públicos también deben estar seguras de que los monitores van a ayudar a resolver los problemas específicos que tienen. Ahí es donde resulta útil saber dónde están sus áreas problemáticas.

La calidad y robustez de los dispositivos de monitoreo también es importante. ¿Funcionan con batería? ¿Utilizan reactivos? Una solución sin reactivos es un dispositivo autónomo que no requiere visitas repetidas para cambiar o sustituir los productos químicos. Esto es clave para reducir el mantenimiento.

Reflexiones finales

El monitoreo continuo de la calidad del agua es crucial para que las empresas de servicios públicos de agua suministren agua potable segura. Los sistemas en tiempo real permiten detectar rápidamente los problemas, mejorando la eficacia operativa y la confianza del público. Mediante la aplicación estratégica de tecnologías avanzadas de monitoreo, las empresas de servicios públicos de agua pueden evaluar mejor la calidad del agua y responder con eficacia, garantizando en última instancia la salud de las comunidades a las que sirven.