A medida que las tuberías de distribución de agua sobrepasan su vida útil prevista, reducir el agua que no genera ingresos (NRW) para mantener los costos de producción suprimidos debería ser una meta primordial de todas las empresas de servicios públicos de agua.
Si bien una parte del NRW se debe a la inexactitud de los medidores más antiguos, las fugas no detectadas constituyen la parte más importante del problema. Los municipios pueden tardar décadas en eliminar todas las fugas, incluso si cuentan con un sólido programa de sustitución de medidores.
La buena noticia para las empresas de servicios públicos es que los medidores electrónicos avanzados modernos, como los medidores
ultrasónicos E-Series®—ue funcionan más como sensores, combinados con otros enfoques convencionales, pueden detectar de manera más exacta las fugas antes de que lleguen a ser problemas mayores. Esto ayuda a minimizar los costos generales, ya que las reparaciones planificadas tienen un precio menor e interrumpen menos las operaciones. Asimismo, ayuda a cerrar la brecha entre el agua que se produce y el agua que se factura.
La nueva tecnología ofrece una implantación más fácil
Los dispositivos avanzados están simplificando el esfuerzo para combatir el NRW. Los medidores que cuentan con sensores de presión y temperatura están transformando los medidores en soluciones de sensores del Internet Industrial de las Cosas (IIoT). La información adicional de estos dispositivos a lo largo del sistema aporta una visión más profunda que permite a las empresas de servicios públicos ser más proactivas.
Al buscar fugas, tradicionalmente se usan los sensores de presión por toda la red de distribución para detectar una caída de presión en una zona. Si se nota alguna, el personal de la empresa de servicios públicos debe realizar una investigación empleando correladores de fugas u otras herramientas para diagnosticar el problema. Al tener la capacidad integrada en el medidor, la empresa necesita instalar y mantener un dispositivo menos.
Nuestros medidores ultrasónicos mejorados E-Series (tamaños de 1.5" y más grandes) incorporan un sensor de presión, que aporta los datos de presión que se envían junto con los datos de consumo al sistema de gestión de datos de la empresa de servicios públicos. Como una opción, puede añadirse la misma tecnología de presión a los medidores residenciales más pequeños, que pueden colocarse en todo el sistema en varios terminales del cliente para tener una visión aún más profunda.
Las alarmas fuera de horario son otra característica importante de nuestro sistema. Generalmente, los medidores del sistema de distribución transmiten su información cuatro veces al día, a menos que se les solicite que lo hagan en algún momento distinto. Con la alarma para eventos fuera de horario, los cambios que surjan dentro de ciertos parámetros transmitirán la información al instante, lo cual aporta mayor inmediatez a la llamada a la acción en lugar de esperar. Actualmente, esta función se está implantando como parte de nuestra solución celular LTE-M de ORION®.
Enfoques convencionales para la identificación de fugas
El uso de la detección acústica de fugas o la configuración de medidores en una zona del distrito que use medidores (DMA), en combinación con la nueva tecnología de medición, puede desempeñar una función significativa en una estrategia global para el NRW.
Si bien no son nuevos, los sensores acústicos de detección de fugas siguen siendo una buena manera de encontrarlas. Tras usarlos para establecer una línea de base en una zona que se sabe que no tiene fugas, los sensores se instalan en las válvulas de las tuberías de distribución para detectar la vibración acústica. Cuando dos sensores detectan anomalías en la "firma sonora" de la tubería, es más fácil determinar una zona donde posiblemente haya una fuga.
Si bien los detectores acústicos de fugas existen desde hace tiempo, la nueva ventaja es que pueden configurarse para enviar los datos directamente a un sistema de infraestructura de medición avanzada (AMI), lo que evita la necesidad de enviar a un técnico a realizar la lectura. De esta forma, es posible detectar las fugas más rápidamente y evitar catástrofes.
Las DMA, que son zonas separadas hidráulicamente dentro de un sistema de distribución, también pasan a ser una herramienta valiosa para combatir el NRW. Generalmente, esto conlleva instalar válvulas de contorno y un medidor principal para medir la entrada de agua en la zona, y luego comparar la entrada con la lectura total de los medidores. En la mayoría de los casos, se debe realizar un trabajo preliminar para determinar la precisión de los medidores en esa zona. Para lograrlo, se debe entender mejor la distribución entre el NRW que se deba a las fugas y el que se deba a las inexactitudes de los medidores.
Por ejemplo, el software como servicio Advanced Metering Analytics (AMA) de BEACON® combinado conlos terminales celulares de ORION® hacen posible que las empresas de servicios públicos asignen un grupo de medidores a un medidor maestro para establecer una línea de base para los medidores dentro de una DMA. Vea este episodio de "The Smart Water Show” con Morrice Blackwell, Director Sénior de Soluciones de Servicios Públicos de Badger Meter para obtener más consejos sobre establecer una DMA.
¿Por qué dar prioridad al agua que no genera ingresos?
El efecto neto de reducir el NRW es aumentar los ingresos, y cada empresa de servicios públicos puede lograrlo con las herramientas adecuadas. La implementación de un sistema de agua inteligente para monitorear el flujo, la presión y la temperatura del agua, al igual que un sistema de gestión de servicios públicos como AMA de BEACON junto con terminales celulares ORION y medidores ultrasónicos E-Series®, puede ser útil para las empresas de servicios públicos para supervisar el flujo de agua y recibir alertas ni bien surjan indicaciones de un problema de funcionamiento inadecuado, como una posible fuga, congelación o condición de reflujo. Hasta las fuentes pequeñas de agua no facturada pueden acumularse rápidamente, así que es importante invertir en herramientas para detectarlas inmediatamente. La conclusión es que las empresas de servicios públicos deben cobrar por lo que hacen.
