El volumen y la calidad de las aguas residuales generadas por las operaciones industriales pueden variar en gran medida, desde la fabricación hasta las operaciones de refinado y las minas. Para las instalaciones que no cuentan con una planta de tratamiento en el sitio, cualquier vertido que exceda la capacidad de tratamiento de la empresa de servicios públicos local puede llegar a ser problemático y costoso.
No satisfacer los límites del permiso puede causar que la empresa deba pagar multas o recargos, mientras que ambas la empresa y la empresa de servicios públicos local se arriesgan a no cumplir con los requisitos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos. También es posible que los vertidos industriales que exceden los límites permitidos alteren en gran medida la biología en la planta de tratamiento, lo cual aumentaría la probabilidad de corrosión de las tuberías y perjudicaría el tratamiento para potencialmente volver a usarse.
Con el fin de garantizar el cumplimiento de la normativa y proteger las infraestructuras antes de que la descarga llegue a los servicios públicos, una cantidad creciente de empresas de servicios públicos locales de aguas residuales exigen que las operaciones industriales proporcionen información sobre la calidad y el control del flujo. Al tener que satisfacer esta obligación, las empresas industriales pueden ser proactivas y recopilar datos más exactos en tiempo casi real. Esto, a su vez, puede suponer un ahorro de costos directos debido a que varias empresas de servicios públicos están cobrando a los clientes industriales con base en los vertidos medidos, y puede ofrecer la oportunidad de mejorar la eficiencia y ser más ecológicos.
Prevenir problemas y ahorrar dinero
Los puntos que más afectan las plantas de tratamiento son los sólidos suspendidos totales (TSS), la demanda bioquímica de oxígeno (BOD), la demanda química de oxígeno (COD), la conductividad eléctrica y el pH de los vertidos industriales. Por lo tanto, estos son los factores más solicitados para ser controlados.
Asimismo, si las operaciones que tratan sus efluentes con sustancias químicas antes de liberarlos no tienen un estricto control de la dosificación, se gastará demasiado dinero (sobredosificación) o no será tan eficaz como es necesario (infradosficación). Esto último puede resultar en tarifas y multas adicionales.
Al combinar los datos arrojados por las soluciones precisas de control de la calidad del agua con la tecnología adecuada de medición del flujo, la dosificación precisa elimina ambos problemas, permitiendo que sea posible asegurar que los usuarios aprovechen sus recursos de la forma más eficiente posible.
Crear mareas con una creciente cartera de tecnología
Ahora, Badger Meter ofrece una gran combinación de soluciones, una plataforma flexible y una extensa variedad de opciones para suministrar datos de calidad y flujo que se recopilan de forma remota para los usuarios industriales y sus empresas de servicios públicos de agua locales.
A principios de este año, adquirimos Analytical Technology, Inc. (ATi), que se especializa en la fabricación de instrumentos para la calidad del agua basados en sensores electroquímicos. ATi ofrece soluciones modulares, configurables y de bajo consumo para monitorear agua multiparamétrica y estas soluciones sirven para varios usos que requieren una monitorización periódica o continua. Es posible almacenar los datos localmente o se pueden comunicar a una base de datos central a través de casi cualquier protocolo.
Asimismo, recientemente adquirimos s::can, una empresa de instrumentos ópticos de control de la calidad del agua que se especializa en sensores ópticos que permiten medir el TSS, COD y la BOD en un único sensor sin reactivos.
Contamos con una extensa variedad de productos propios de medición de flujo que ofrecen precisión y repetibilidad para que los usuarios logren seleccionar la herramienta más adecuada. El medidor de flujo de canal abierto IS-4000 de Dynasonics® es una opción habitual en los entornos industriales que representa una solución económica que incluye un sensor de nivel ultrasónico sin contacto para detectar el nivel del agua y posteriormente calcular el flujo y el volumen total.
Este medidor es popular gracias a sus mediciones precisas, su funcionamiento confiable y su flexibilidad de uso, que incluye plantas de tratamiento de agua, sistemas de alcantarillado de aguas pluviales y sanitarias y usos de descarga industrial. Al usarlo con un canal Parshall que se mantenga adecuadamente, el medidor de flujo IS-4000 puede proporcionar flujos y totales altamente precisos.
Esto es fundamental, ya que cada vez más empresas de servicios públicos exigen a los usuarios industriales que instalen estos sensores en los pozos de registro o en los canales de Parshall antes de salir de la propiedad.
Un ejemplo real de mejora del monitoreo
Un ejemplo de entornos industriales que se benefician de una medición precisa de la calidad y el flujo son las plantas de procesamiento de productos lácteos. Durante los ciclos de limpieza y mantenimiento, United Dairymen of Arizona, una cooperativa de comercialización de leche agrícola, solía desviar el producto al desagüe. Esta acción no solamente resultaba en pérdidas, sino que también causaba picos de COD en el sistema de alcantarillado, lo cual se reflejaba en la tarifa que le cobraba la empresa de servicios públicos.
Era necesario comprender las contribuciones de los diferentes flujos del proceso al efluente para mejorar la retención del producto y reducir la COD del efluente. Se instaló un s::can spectro::lyser para supervisar estas distintas corrientes en un pozo húmedo combinado.
Se combinó con un s::can ana::tool, un sistema avanzado de detección de eventos capaz de alertar al usuario cuando surgen cambios anormales en la composición del efluente. Los operadores determinaron mediante el muestreo de cada uno de los trenes del proceso y la revisión de los datos que había oportunidades en el proceso para realizar mejoras significativas. En última instancia, estas mejoras producirían una mayor cantidad de un producto vendible en vez de que el producto se envíe a la planta de tratamiento de aguas residuales. La cooperativa fue capaz de monitorear estos eventos dentro del flujo de aguas residuales y pudo actuar inmediatamente cuando surgieron alarmas de eventos para optimizar sus procedimientos y ahorrar significativamente en costos.
Otro ejemplo es el de un operador de petróleo y gas que tuvo problemas al utilizar sus propias aguas residuales en pozos de reinyección. Ello se debe a que la empresa de servicios públicos local aplica tres tarifas de vertido (agua potable, agua con alto contenido en sal y agua producida). Como el agua procedía de varias fuentes, no era fácil tomar muestras en el campo.
Consecuentemente, la operación era ineficaz y era posible que tuvieran que pagar más de lo necesario en tarifas. La empresa ahora puede registrar la cantidad de cada tipo de agua que se envía al suelo y pagar la menor cantidad posible de tarifas por medio de la instalación de nuestros sensores de conductividad de bajo mantenimiento.
Encuentre la solución adecuada para su uso de efluentes
Los operadores industriales tienen una importante responsabilidad en la medición y el control de sus aguas residuales. No obstante, cada sitio tiene características únicas, así que es importante investigar el nivel de precisión requerida para monitorear la calidad y la medición del flujo. El mejor y más flexible conjunto de soluciones podrá cuantificar los contaminantes, evaluar la exposición potencial de la comunidad y satisfacer las normas definidas, lo cual permite lograr una eficiencia operativa y una seguridad óptimas.
