Cómo esta universidad mejoró la sostenibilidad con medidores electromagnéticos

Una universidad del Medio Oeste buscó soluciones de medición de flujo como parte de un proyecto más extenso de Liderazgo en energía y diseño ambiental (LEED). Tenía dos metas: realizar una auditoría de energía y, posteriormente, determinar cómo reducir el consumo de energía y garantizar una asignación de costos que fuera precisa en los edificios del campus.

Resolver un problema de vapor

Esta universidad se encuentra en un campus urbano de 900 acres, donde hay casi 10,500 alumnos. Con el fin de mantener el confort y el funcionamiento dentro de sus instalaciones, la universidad cuenta con una planta central que produce recursos que luego se venden a cada edificio del campus para que los utilicen para calefacción y refrigeración. Es fundamental que los costos se asignen de forma precisa para garantizar que los edificios paguen por los recursos que utilizan, y no paguen ni más ni menos.

En momentos anteriores, la universidad producía vapor y utilizaba medidores de presión vortex y diferencial para controlar el consumo. Si bien son adecuados para esta aplicación, estos medidores suelen requerir más mantenimiento, son más caros y son menos precisos que otras herramientas de medición de flujo. Por ejemplo, era difícil medir flujos bajos en verano, cuando las instalaciones estaban menos pobladas, debido a la limitada gama de flujos de estos medidores.

Dados estos retos, los gestores de las instalaciones buscaron una nueva solución para contabilizar de forma precisa el consumo durante todo el año, que incluía convertir la producción de vapor a la medición del retorno del condensado. Optaron por esta opción porque los valores del condensado se pueden contabilizar con mucha más precisión cuando se devuelve a la planta central en vez de intentar capturar el vapor con medidores inadecuados.

Implementar una solución adecuada

Para gestionar mejor el uso de la energía en el campus, los gerentes de las instalaciones optaron por los medidores de flujo electromagnéticos ModMAG^® M2000 por su gran precisión y su baja caída de presión. Se instaló al menos un medidor en cada edificio del campus, lo cual era un total de más de 50 medidores de flujo. Esta instalación incluyó varios medidores en la planta central para facilitar una medición precisa de las cargas de condensado entrantes y salientes.

Los gerentes de las instalaciones estaban ansiosos por poner en marcha la solución para empezar a medir el uso de la energía de forma precisa. Este proyecto se llevó a cabo durante un plazo de aproximadamente seis semanas, durante las vacaciones de verano, para prevenir la necesidad de interrumpir las clases universitarias.

Descubrir más beneficios de los medidores electromagnéticos

La conductividad del agua es otra característica preocupante en la medición del condensado. Si el nivel de conductividad del condensado es bajo, puede resultar en mediciones incorrectas del medidor.

Puesto que esta universidad utiliza una humidificación de tipo intercambiador de calor, era fundamental que los gerentes de las instalaciones monitorearan atentamente los intercambiadores de calor. Si el intercambiador de calor llega a fallar y se agrieta, se introduce una oleada de agua del grifo de alta conductividad en la tubería de vapor y se descarga a través del medidor electromagnético como condensado.

Antes de que se instalaran los medidores magnéticos, los gerentes de las instalaciones tenían que inspeccionar físicamente el intercambiador de calor de cada edificio hasta encontrar la falla, algo que solía tomar una semana o más en descubrirse. Hoy en día, el equipo puede identificar casi al instante qué intercambiador de calor del edificio ha fallado porque utilizan el valor de calibración de tuberías vacías para correlacionarlo con la conductividad del agua. Esta información se transmite a través de Modbus, un protocolo de comunicación en serie, para garantizar que los índices de conductividad se mantengan en torno a los 25 micro siemens, el estándar del sector.

Dado que, anteriormente, se solían encontrar las fugas solamente cuando la fuga era lo suficientemente grande como para aumentar la conductividad de todas las tuberías de retorno de condensado de vapor que ingresaban a la planta principal, poder identificar dónde se encuentra el intercambiador de calor que ha fallado es una enorme mejora.

Mejorar la visibilidad en el campus

Gracias a este despliegue de medidores electromagnéticos, hay una visibilidad casi en tiempo real dentro de cada edificio del campus, la cual se puede consultar en una página web. Los gerentes de las instalaciones pueden ver el uso de la energía en cada edificio para poder monitorear el consumo, identificar problemas potenciales antes de que empeoren y hacer esfuerzos conscientes para disminuir el consumo en todo el campus.

Asimismo, la universidad ha trabajado para educar a sus alumnos, profesores, cuerpo docente, etc., sobre la importancia de las acciones de un consumo consciente de energía para establecer conductas responsables.