Cómo impulsar la sostenibilidad con una medición inteligente

Lograr un equilibrio

Para lograr la sostenibilidad, deberá equilibrar tres prioridades contrapuestas:

• Social: Garantizar la disponibilidad y la seguridad del agua potable
• Medioambiental: Administrar la oferta y la demanda de agua y minimizar el impacto medioambiental negativo
• Económica: Proporcionar servicios manteniéndose dentro del presupuesto asignado por la ciudad, el municipio u otro órgano de gobierno

Puede observar los conflictos que surgen: las limitaciones económicas a menudo inhiben o dictan la escala de las inversiones para alcanzar los objetivos medioambientales a largo plazo. Mientras tanto, las responsabilidades sociales no son negociables y deben cumplirse sin interrupciones, lo que puede ir en contra de la necesidad de mantener las fuentes de agua.

Por ejemplo, es posible que una empresa de servicios públicos quiera sustituir las infraestructuras anticuadas para evitar las roturas de las tuberías principales y otras fugas que interrumpen el servicio (una responsabilidad social) y provocan el despilfarro de agua y la presencia de agua clorada en el ecosistema (una consideración medioambiental). Por desgracia, no siempre se dispone de financiación para estos proyectos, o se pasa por alto su valor.

La solución radica en identificar los proyectos que ofrezcan los mayores beneficios en los tres ámbitos, fijar objetivos realistas y comprometer recursos suficientes. Esto significa adoptar un enfoque clásico de ingeniería: definir el objetivo y, a continuación, identificar los aspectos conocidos y desconocidos del problema. Para tener éxito, es fundamental disponer de datos procesables y, afortunadamente, existen tecnologías que pueden ayudar.

Cuatro características de los datos procesables

La primera clave para cualquier objetivo de sostenibilidad es medir los criterios adecuados. El adagio de que no se puede controlar lo que no se puede medir se aplica en este caso, pero hay que ir un paso más allá y determinar qué se debe medir, con qué frecuencia y en qué contexto.
Los datos recopilados deben tener estas cuatro características:

1. Precisión. Los instrumentos deben tener un alto nivel de precisión. Con millones de galones de agua o kilovatios-hora al día, un margen de error grande resulta muy costoso.
2. Repetibilidad. Los dispositivos de medición, como medidores y sensores, deben ser coherentes entre sí y de un día para otro. Si dos dispositivos leen la misma cantidad de presión o flujo de forma diferente, puede dar lugar a falsas alarmas y a acciones mal orientadas.
3. Relación. Las empresas de servicios públicos deben asegurarse de que están midiendo todos los factores que podrían estar contribuyendo a una situación. Por ejemplo, la ecuación de Bernoulli para medir el flujo de agua a través de una tubería tiene cuatro variables: velocidad, presión, fricción y elevación. Sin embargo, si hay aire en la tubería, puede cambiar los cálculos, por lo que hay que medirlo y tenerlo en cuenta.
4. Información sobre la fecha y hora. Todas las mediciones deben tener un sello de tiempo para poder seguir los acontecimientos a lo largo del día y ver las tendencias a lo largo de días, semanas o incluso años.

Con una instrumentación que pueda proporcionar datos precisos, repetibles, relacionados y limitados en el tiempo, estará bien encaminado hacia la consecución de objetivos de sostenibilidad realistas.

Integración y análisis

Con datos buenos y sólidos en su poder, el siguiente paso es asegurarse de que se puedan analizar. Para ello, es importante contar con una tecnología que no solo conecte las plataformas informáticas, sino que también permita comunicar y compartir los datos entre departamentos. A continuación, puede utilizar el software (y su propia experiencia) para filtrarlos, eliminar los datos no deseados y detectar las tendencias que conducen a los cambios más significativos.

Los recursos financieros, la dotación de personal y los conocimientos tecnológicos pueden variar mucho. Si su empresa de servicios públicos no puede justificar un especialista en informática o un analista de datos a tiempo completo, existen oportunidades de trabajar con proveedores para aliviar la carga y liberar personal para que se centre en otras prioridades.

El valor de la medición inteligente

A medida que nuestro mundo cambia, es fundamental centrarse en la sostenibilidad. Para las empresas de servicios públicos de agua, es más importante que nunca aprovechar la medición inteligente. A través de datos precisos, repetibles, que se puedan relacionar y tenga fecha y hora, la medición inteligente puede ayudar a su empresa de servicios públicos a encontrar el equilibrio adecuado entre los objetivos sociales, medioambientales y económicos en el camino hacia la sostenibilidad.