Consideraciones para un sistema de comunicación del que se pueda depender

Más allá de las catástrofes naturales, las compañías de servicios públicos de agua sufren cada vez más amenazas a sus operaciones en forma de ciberataques, inseguridad energética y envejecimiento de las infraestructuras.
Las compañías de servicios públicos de agua deben adaptarse para minimizar el riesgo del servicio normal, por lo cual es fundamental contar con sistemas de comunicación fiables. Un sistema de comunicación del que se pueda depender debería:

• Facilitar información sobre las operaciones durante y después de un evento
• Permitir que los trabajadores de las compañías de servicios públicos envíen la información pertinente a las partes interesadas, incluidos los equipos de reparación, los líderes municipales y los clientes

¿Qué es una comunicación de la que se pueda depender?

La tecnología de la comunicación de hoy en día es mucho más capaz que la de hace dos décadas. Pero una comunicación de la que se pueda depender es algo más que un solo dispositivo.

Una comunicación de la que se pueda depender requiere una red completa, que incorpore todo, desde los teléfonos móviles hasta los terminales y los sensores, así como la infraestructura que hace que todo sea posible. Una red de comunicación de la que se pueda depender cuenta con estas cuatro características:

• Robustez. Se refiere a la dureza del sistema. En otras palabras, ¿cuánto puede resistir un componente individual? Por ejemplo, ¿a qué intervalo de temperatura puede funcionar un sensor sin que falle? ¿Cuánto duran las torres de comunicación que transmiten los datos? La robustez también se refiere al grado de protección de un sistema, tanto física (como las vallas) como digitalmente (como los protocolos de seguridad).
• Redundancia. Ningún componente del sistema es inmune a los fallos, por lo que un sistema de comunicación en el que se pueda depender cuenta con una amplia redundancia. Esto puede ser el acceso a torres de reserva o la proliferación de sensores para garantizar que la infraestructura pueda monitorearse adecuadamente, incluso si algunas partes llegaran a caerse. Asimismo, quiere decir que debe haber generadores de reserva para apoyar las operaciones en caso de que la compañía de servicios públicos se quede sin electricidad.
• Reconocimiento. Las compañías de servicios públicos de agua deben actuar con suficiente agilidad como para reaccionar rápidamente ante un evento. Por ejemplo, si la compañía de servicios públicos es responsable de gestionar uno o más depósitos de aguas pluviales, los operadores deben tener la capacidad de bajar rápidamente el nivel de la cuenca durante una tormenta para evitar que el agua desborde y se produzcan inundaciones. Lo mismo ocurre con la capacidad de la compañía de servicios públicos para identificar las roturas de tuberías, reportar los datos al personal necesario y emitir órdenes de reparación.
• Resiliencia. La resiliencia de un sistema se define por la agilidad con la que se puede recuperar de un evento. Tal vez no sea posible evitar el problema, pero ¿qué tan rápido puede corregirse?

Cuatro pasos para crear una red de comunicación de la que se pueda depender

En conjunto, la robustez, la redundancia, el reconocimiento y la resiliencia contribuyen a lo bien que un sistema puede ser capaz de responder a incidentes imprevistos. Una compañía de servicios públicos puede formar una red de comunicación de la que se pueda depender siguiendo estos pasos:

1. Garantizar el equilibrio. Si bien la red debe tener elementos de robustez, redundancia, reconocimiento y resiliencia, mantener cada aspecto en equilibrio es indispensable. Por ejemplo, una torre de agua puede haberse diseñado para soportar vientos de 250 mph. No obstante, tal vez cueste tres veces más que una que pueda soportar vientos de 140 mph. Por este motivo, puede ser más prudente contar con planes de contingencia y travesaños para mitigar el riesgo.
2. Monitorear el rendimiento. No es suficiente utilizar la red para monitorear los activos. Las compañías de servicios públicos también deben ser capaces de ver el rendimiento de la propia red de comunicaciones. El personal debe ser capaz de determinar si los nodos de comunicación están conectados y si la red tiene suficiente ancho de banda para enviar el volumen de datos que se requieren antes, durante y después de un evento.
3. Justificar el mantenimiento y las actualizaciones. La tecnología evoluciona a un ritmo asombroso. Desde la electrónica y las baterías hasta la interconectividad y la compatibilidad del software, es fundamental garantizar que la red pueda evolucionar y crecer a la velocidad de la innovación.
4. Plan de crecimiento. Hay dos tipos de crecimiento para los que las compañías de servicios públicos de agua deben prepararse. El primero es la población y la demanda asociada. El segundo es la cantidad de datos que necesitan los programas informáticos y otros sistemas para maximizar el rendimiento de la inversión. La red debe ser flexible y ampliable para que el ancho de banda y la capacidad de comunicación puedan crecer también a medida que crezcan las necesidades.

Esto puede parecer mucho para una compañía de servicios públicos de agua. Al fin y al cabo, la mayoría de las compañías de servicios públicos de agua no tienen ingenieros de redes en su equipo.

Afortunadamente, las compañías de servicios públicos pueden optar por soluciones de red como servicio (NaaS). Con NaaS, las compañías de servicios públicos pueden aprovechar una red celular existente que se supervisa, gestiona y mantiene en nombre de ellas. Para decirlo de otra forma, las compañías de servicios públicos de agua pueden instalar sensores, terminales y otros activos a lo largo de los sistemas de distribución y tratamiento y utilizar una red de comunicación establecida para gestionar los datos.

Usando esta nota del blog como guía, las compañías de servicios públicos de agua pueden asegurarse de que sus sistemas de comunicación cuenten con la robustez, la redundancia, el reconocimiento y la resiliencia que necesitan para ayudarlas ahora y en el futuro.