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abril 18, 2024

Monitoreo de la calidad del agua: De la crisis al control

Un programa sólido de monitoreo de la calidad del agua es un primer paso esencial para una respuesta eficaz ante una crisis y un componente clave de un plan de acción integral. Con el monitoreo remoto de la calidad del agua, las empresas de servicios públicos de agua pueden reforzar su capacidad para mitigar los casos de contaminación, proteger la salud pública y mantener la integridad del sistema de suministro de agua.
Es mucho lo que hay que hacer para garantizar que el agua del grifo sea potable, especialmente durante las emergencias. Para protegerse a sí mismas y a sus comunidades, las empresas de servicios públicos de agua cuentan con un plan de respuesta a las crisis. Se trata básicamente de un plan para responder a cualquier emergencia que pueda surgir.

Pero, incluso el mejor plan de respuesta a una crisis puede verse perjudicado si no se dispone de las tecnologías adecuadas. Ahí es donde entra en juego el monitoreo remoto de la calidad del agua: es la clave para mitigar el riesgo de que el agua contaminada llegue a los consumidores.

El monitoreo remoto de la calidad del agua permite conocer las 24 horas del día, los 7 días de la semana, la calidad del agua que fluye hacia las plantas y a través del sistema de distribución. Si se detectan contaminantes, la empresa de suministro recibe una alerta al instante. Cuando se combina con software analítico y de monitoreo de tendencias, las empresas de servicios públicos pueden ir más allá de la detección de contaminantes conocidos para tener un conocimiento exhaustivo de cómo cambia la composición de su agua. Cuando supera los parámetros normales, se notifica a la empresa de servicios públicos.

Riesgos para la calidad del agua desde su origen hasta el grifo

La calidad del agua de origen puede verse afectada por muchos tipos diferentes de amenazas. Estas pueden ser de origen natural, como niveles elevados de nitratos procedentes de la escorrentía de aguas pluviales o una floración de algas tóxicas desencadenada por un clima inusual para la estación; o de origen humano, como un vertido químico o un vertido ilegal de residuos o efluentes industriales.

Los episodios de contaminación también pueden producirse dentro del sistema de distribución. Suelen ser el resultado involuntario de la intervención humana. Las actividades de mantenimiento, como el lavado o la reparación de tuberías, o el aumento repentino de la presión y el flujo debido a las actividades de extinción de incendios, pueden alterar la biopelícula de la red de tuberías. Los errores de los operarios, como dejar una válvula abierta, pueden permitir la entrada de agua no tratada en el sistema.

Por último, las empresas de servicios públicos de agua deben ser conscientes del potencial de ataques malintencionados. Aunque es poco frecuente, la interrupción intencionada de infraestructuras críticas de agua por parte de malos actores es algo para lo que las empresas de servicios públicos de agua deben estar preparadas.

Monitoreo en el momento

El primer paso para responder a una crisis es saber que algo va mal. Aunque las muestras tomadas al azar pueden proporcionar esta información, los resultados pueden tardar horas o incluso días, lo que retrasa la respuesta de la empresa de servicios públicos de agua.
Con el monitoreo y la notificación de la calidad del agua en tiempo real, las empresas de servicios públicos reciben información actualizada sobre la composición del agua a intervalos regulares. Al colocar estaciones de monitoreo en lugares estratégicos de la red, los operadores pueden recibir alertas cuando los parámetros cambian o se detectan ciertos contaminantes.

Los avances recientes en el monitoreo de la calidad del agua ofrecen ventajas claras. Los sistemas sin reactivos, por ejemplo, ofrecen costos y mantenimiento reducidos, ya que no dependen de agentes de análisis que se agotan o caducan. Los sistemas sin reactivos también pueden analizar muchas más sustancias, incluso las que están fuera de un conjunto fijo de parámetros. Por ejemplo, los analizadores espectrales pueden tomar una huella digital del agua midiendo la luz ultravioleta entre 190 nm y 760 nm. Esto puede compararse después con los resultados históricos para detectar cambios que pueden pasar desapercibidos cuando se monitorean los parámetros estándar, incluyendo una amplia gama de sustancias industriales y contaminantes poco comunes.

El análisis de la composición del agua puede aprovecharse incluso para el monitoreo de tendencias, lo que permite a las empresas de servicios públicos de agua detectar patrones de cambio en la composición del agua a lo largo del tiempo. Incluso cuando estos cambios no supongan un problema para la salud pública, pueden utilizarse para ajustar los parámetros de tratamiento del agua y proporcionar una calidad del agua más constante durante todo el año.

Planificar para la acción

Un programa sólido de monitoreo de la calidad del agua es un primer paso esencial para una respuesta eficaz a la crisis y un componente clave de un plan de acción integral. Dichos planes deben incluir los siguientes pasos:

  1. Validar la alarma.

    Los gestores de los servicios públicos deben determinar si la alerta indica un suceso verdadero o una falsa alarma. Para ello puede ser necesario acudir al lugar donde se encuentra el sensor y tomar una muestra para analizarla en el laboratorio.
  2. Evaluar el impacto.

    Si se valida la alarma, los gestores de la empresa de suministro deben evaluar el alcance del impacto y si está localizado en el sistema de distribución o es generalizado.
  3. Comunicarse con las partes interesadas.

    Se debe notificar a los clientes afectados, así como a los organismos reguladores y otras partes interesadas. La empresa de servicios públicos debe proporcionar información sobre la situación, los posibles riesgos para la salud y las precauciones necesarias.
  4. Tomar medidas correctoras.

    La empresa de servicios públicos debe desarrollar un plan de corrección para abordar la contaminación y/o su origen. Esto incluye la identificación de la causa raíz y, si es posible, medidas para evitar que se repita.

Reflexiones finales

Mediante un plan integral de respuesta a las crisis y el monitoreo remoto de la calidad del agua, las empresas de servicios públicos de agua pueden reforzar su capacidad para mitigar los casos de contaminación, proteger la salud pública y mantener la integridad del sistema de suministro de agua.

 

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